Habana Vieja

La Habana Vieja es el símbolo del corazón antiguo y carismático de la capital cubana. La parte vieja de la ciudad transmite un encanto muy especial, desde el punto de vista de la atmósfera y bajo el aspecto arquitectónico.

De hecho, en este lugar se pueden admirar edificios coloniales alternados con los típicos edificios cubanos, muy coloridos, embellecidos con detalles arquitectónicos peculiares. La sugestión y el encanto de esta zona son antiguos e irresistibles. Las viejas librerías se confunden con locales repletos de personas y con algunos de los pocos aparcamientos donde estacionan los multicolores autos de época que se convirtieron en el símbolo de la isla. La Habana Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se protegerá su esencia intrínseca para permitir al visitante conocer y apreciar la atmósfera original, es decir la de una ciudad cálida y acogedora, rica en atracciones donde todavía hoy el ritmo de la rumba cunde a través de las características plazas adoquinadas, los autos de época recorren las calles, las fortalezas históricas, los museos y demás joyas arquitectónicas lucen su esplendorosa restauración, para compartir las historias que se plasmaron en esta gran ciudad. Para una experiencia sensorial hay que explorar La Habana Vieja de a pie. Los callejones largos y angostos se recorren escuchando música y charlando con la gente del lugar, se descubren las fortalezas españolas, se saborea el café en una de las numerosas plazas cubanas donde el arte barroco encuentra el Art Nouveau.

Cierra los ojos por un instante e imagínate estar allí. Olas que arremeten contra un muro enmohecido por el mar, una joven pareja en la oscuridad de un recoveco histórico; guitarras y voces que resuenan en cada lugar, el olor de los gases de escape y de una buena loción para después de afeitar, turistas barbudos a la moda de Hemingway, el Che Guevara en un cartel, un billete, un llavero, una camiseta… todo esto es La Habana. Audaz, contradictoria pero malditamente hermosa. No llegues aquí buscando respuestas. Llega con la mente abierta, preparado para conocer un lugar de seducción lenta y carismática.

 

Loma del Ángel se encuentra sumergida en este núcleo, donde la mayor parte de los turistas transcurren su tiempo y donde se agrupan las principales atracciones, sobre todo alrededor de cuatro plazas. Es el punto de partida perfecto para visitar los lugares más encantadores e históricos de la capital. Son muchas las atracciones que los viajeros pueden visitar, ensimismándose en una capital que transmite una atracción innata, contradictoria, pero profundamente rica en historia y cultura.

 

El nombre del barrio es Loma del Ángel y desde el hotel se puede llegar fácilmente a las principales atracciones turísticas: Museo de la Revolución, Museo de Arte Moderno, Museo del Tabaco, Museo del Ron, Teatro Nacional de La Habana «Alicia Alonso», Central Park La Habana Vieja y al Malecón de frente a la Bahía de La Habana.